Paredes blancas encaladas; puertas, ventanas y techos azules; curazaos rosados y naranja; callecitas estrechas de piedra; molinos de viento en un cerro junto al mar; los atardeceres más profundos y rosados reflejándose sobre ese cuadro azul y blanco, y sobre la bahía; y playas de aguas cristalinas en donde la música va subiendo de tono a lo largo del día para unirse a la celebración de personas de todas partes del mundo que llegan a Mykonos para vivir una de las islas griegas más hermosas y alegres sobre las preciosas aguas del Mar Egeo… Eso es Mykonos: una fiesta romántica en el mar!
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